Bip Bip Bip Bip Bip Bip… Me despierto de repente y me doy cuenta de que llego tarde.
No quiero quedar mal justo el primer día de clase. Rápidamente, doy vueltas por la habitación buscando algo fresco y limpio que ponerme. Luego el desayuno, le pido a mi madre que me prepare algo deprisa. Como lo más velozmente posible. ¿Dónde están los libros? Recojo mis cosas y voy corriendo al baño. Me lavo los dientes mientras me peino y, ¡ya estoy listo! Empiezo a sentir la tensión del primer día mientras camino hacia mi habitación. Enciendo el ordenador. “Lo siento, profesor, ¡llego tarde!”
¡He aquí la vuelta a la escuela!

Una nueva normalidad
Este año escolar será muy diferente tanto para los estudiantes como para los profesores, bajo muchos puntos de vista. Las escuelas han introducido las reglas del distanciamiento social y reducido el número de estudiantes por aula. Muchos de ellos todavía deben seguir las clases en línea, desde una pantalla conectada a las plataformas; por eso, son muchos los padres con la responsabilidad de ser los maestros de sus propios hijos. La nueva normalidad ya está aquí, pero ¿hasta cuándo se queda?

Las cosas importantes nunca cambian
Hay cosas que nunca cambiarán. Los estudiantes siempre lograrán llegar tarde, incluso a las clases en línea. “Lo siento, profesor, no encontraba el cable del ordenador”. Lo que sí podemos hacer es adaptarnos y encontrar nuevas excusas. El “caos controlado” del mundo de la escuela no desaparecerá, y esto no tiene por qué ser malo. Los buenos profesores seguirán hallando la manera de inspirar a sus estudiantes a través de la innovación y la pasión por sus asignaturas. En el libro The Truth About Professor Smith, nuestro heroico profesor sobrevive a un secuestro y sigue siendo capaz de enseñar y motivar a sus alumnos. Los estudiantes seguirán llevando vida y energía a la clase y absorbiendo nuevos conocimientos como esponjas. En Wonder, aprendemos cómo la fuerza de los adolescentes nos permite salir de situaciones muy difíciles. Y en este nuevo año, con sus nuevos desafíos, todos juntos podemos hallar la manera de crecer aprovechando lo que de bueno nos ofrece la nueva realidad. La “nueva normalidad” es algo que desde siempre han tenido que afrontar las escuelas. Como nos enseña The Extraordinary Miss Sunshine, donde hay voluntad, también hay una solución. La tarea de la escuela es preparar a las próximas generaciones para el mundo que está por llegar. Y esperemos que las cosas más importantes nunca cambien.